El Alarmante Aumento de Mordeduras de Perro

Las mordeduras de perro han alcanzado niveles altos y preocupantes en los últimos años. Según las estadísticas, en 2010-2011 se reportaron alrededor de 15,000 casos de mordeduras, mientras que en 2023 la cifra se ha disparado a más de 50,000 incidentes. Esta tendencia al alza es sumamente preocupante y pone de manifiesto un problema de salud pública que no puede seguir siendo ignorado.

Impacto en la Salud Pública

Las mordeduras de perro representan un serio riesgo para la salud pública por varios motivos. En primer lugar, pueden transmitir enfermedades zoonóticas, como la rabia, que pueden ser mortales si no se atienden a tiempo. Además, las lesiones causadas por las mordeduras requieren atención médica y ocupan recursos del sistema de salud pública, desviándolos de otras necesidades.

Particularmente vulnerables son los niños y los adultos mayores, quienes carecen de la fuerza necesaria para defenderse de estos ataques. El Servicio Médico Legal ha reportado 24 muertes por mordeduras de perro entre 2018 y 2022, con mayor incidencia en las regiones de Valparaíso y Metropolitana.

Impacto en la Biodiversidad

Pero el problema de los perros sin supervisión va más allá de la salud pública. Estos animales asilvestrados también representan una amenaza para la biodiversidad local. Al atacar a la fauna nativa, como pudúes, guanacos y aves, los perros asilvestrados se convierten en una especie invasora que desplaza y pone en riesgo a otras especies.

Esto no solo afecta el equilibrio ecológico, sino que también tiene consecuencias económicas para quienes dependen de la crianza de ganado y aves de corral, que sufren pérdidas significativas por los ataques de estas jaurías caninas.

La Controversia Legislativa

Ante esta problemática, se presentó a comienzos del año 2024 un proyecto de ley para declarar a los perros asilvestrados como especie exótica invasora, por tanto susceptible de permitirse su eventual caza. Sin embargo, el proyecto fue rechazado en el Congreso, evidenciando la controversia y la falta de consenso en torno a este tema.

Quienes se opusieron a la ley argumentaron la necesidad de proteger a los animales, incluso por encima de la seguridad de las personas y la preservación de la biodiversidad. Esta postura ignora la gravedad del problema y la urgencia de tomar medidas efectivas para abordar el impacto de los perros sin supervisión.

La Necesidad de una Acción Integral

Es claro que el problema de las mordeduras de perro y los perros asilvestrados requiere una respuesta integral que involucre a las autoridades de salud pública, medio ambiente y legislación. Se necesitan campañas de vacunación, programas de esterilización y captura de animales, educación en tenencia responsable de mascotas, así como una regulación y fiscalización efectiva que permita controlar esta situación.

Ignorar este problema o priorizar la protección de los animales por encima de la seguridad de las personas y la preservación de la biodiversidad es una postura miope que no hace más que agravar una crisis que ya ha cobrado vidas y causado un daño irreparable a nuestro entorno natural.

Llamado a la Acción

Es momento de que las autoridades y la sociedad en su conjunto tomen cartas en el asunto. Debemos exigir soluciones efectivas que protejan a la población, a la fauna silvestre y al medio ambiente de los riesgos y daños causados por los perros sin supervisión. Solo a través de un enfoque integral y responsable podremos abordar esta problemática de manera efectiva y evitar que siga cobrando más vidas y causando más estragos.